Si algo tiene la cultura gastronómica en España que nos diferencia de otros países, es la cultura del ‘tapeo’. Salir de vinos y tapas es algo que está en nuestro ADN. Se trata de un acto de interacción social que en cada zona del país tiene sus peculiaridades, ya que se suele afirmar que en España no hay una sola gastronomía, sino que hay 17, tantas como Comunidades Autónomas. Por eso me encanta el visitar las zonas de vinos y tapas de las ciudades que visito.
Son un viaje a la cultura de la zona que me ayuda sin duda a conocer a las personas, sus costumbres y, sobre todo, si sigo la máxima ‘de que somos lo que comemos’, es una forma increíble de descubrir como somos todos.
Y hoy os acerco una escapada de vinos y tapas a Barcelona, en concreto en un establecimiento que es referencia tanto por sus excelentes creaciones gastronómicas como el amplio universo de vinos que tienen en su carta. Os hablo de el Bar del Pla.
En el Centro de Barcelona, en el barrio de El Born, ubicado en la misma calle que el precioso Museo De Picasso nos encontramos con el Bar del Pla.
Abierto en 2008, el Chef Jordi Peris, con un equipo multidiscilinar e internacional a la cocina nos muestra una extraordinaria oferta de tapas, platillos y recetas tradicionales con nuevas técnicas. En la barra y sala, está Jordi Palomino siempre rodeado de un equipo de sommeliers que buscan en todo momento el maridaje perfecto entre sus creaciones culinarias y la oferta de sus vinos.
De Tapas
La filosofía del Bar del Pla es ofrecer siempre un producto fresco, de primera calidad y muy cerca de casa pero con miras a todo el país y hacía lo internacional. Ofrecen una cocina transparente, próxima y de temporada con una mirada al exterior.
¿Os imagináis unos tacos de cochinillo, que ofrecen diferentes texturas de cerdo montadas en dos “tortillas”, los tacos de maiz? ¿Y un carpaccio de champiñones con fresas y la hierba asiática Shiso, bañados con una salsa de Wasabi, Vinagre de Arroz y Sake? Pues en el Bar del Pla podéis disfrutar de esas delicias que unen productos nuestros con nuevas cocinas, nuevas presentaciones y nuevas texturas que, sin duda, sorprenden pero que siempre están deliciosas.
Por ese motivo cuesta encasillar o etiquetar en solo un concepto al Bar del Pla. Podríamos llamarlo ‘Bar à Vins’, podríamos llamarlo Restaurante de Platillos, Restaurante de Tapas o simplemente Restaurante.
Pero realmente huyen de estos encasillamientos y etiquetas. Realmente es un establecimiento único, diferente, que impone su propio estilo y de los que marcan tendencia.
Si os dejáis caer por el local, en seguida os daréis cuenta del ambiente internacional y multicultural. Clientes cercanos al local, clientes de diferente partes del país y clientes extranjeros que se acercan por Barcelona y quieren empaparse de su cultura gastronómica. Se han convertido desde sus inicios en uno de los referentes en esta ciudad en el mundo del Vino y Tapas, apareciendo de forma habitual en medios tanto españoles como extranjeros.
Lo mismo ocurre en sus vinos, diferentes, con encanto, son reflejos de los sentimientos, imposible no encontrar uno que no te guste.
Todo este conjunto, ambiente, trato, amplia oferta gastronómica y de vinos, además de respirar multiculturalidad, son lo que podemos definir como la clave del éxito del Bar del Pla.
También de vinos
Pero el Bar del Pla es también un bar referente en el mundo del vino, donde puedes encontrar realmente algunos estupendos que se alejan de los típicos de cualquier bar, buscando siempre el encanto de las reducidas producciones donde se transmita en cada vino el sentimiento de su elaborador, el espíritu de la zona de origen y, en su conjunto, un viaje enológico al origen de cada vino.
En cuanto a vinos, siempre han querido no solamente dar un buen servicio y amplia oferta, sino conocer el producto, estando en constante contacto con las Bodegas y su elaboradores. Una vez al mes invitan a una de éstas para que los clientes tengan la posibilidad de conocer de primera mano el vino de su bodega.
Un ejemplo de su preocupación por el vino, es que en su plantilla hay en estos momentos 5 sommeliers y, todos ellos amantes del mundo del Vino Natural, Biodinámico, de Agricultura Ecológica y sin sulfitos añadidos. A este tipo de vino está enfocada una gran parte de su carta de vinos.
También encontramos con vinos más convencionales, pero eso sí, intentando que todos procedan de bodegas familiares, incluso de las denominadas De Garaje y de proximidad. No faltan tampoco una excelente oferta de vinos franceses naturales, de poca producción y exclusivos. como familiar, donde cuando entras no sabes si al cliente que están atendiendo es habitual de todos los días o es uno que ha pasado por allí por primera vez.
La preocupación de su equipo es saber lo que busca realmente cada cliente intentando luego satisfacer sus necesidades de lo mejor posible, con un asesoramiento honrado que el cliente percibe en todo momento. ‘El cliente por encima de todo’.
El ambiente que te encuentras en el establecimiento también es muy familiar, con una pensada decoración e iluminación que permite al cliente disfrutar de una experiencia personal, pero que también permite tener la sensación que estás ‘en familia’, casi entre amigos que compartís una noche en casa para disfrutar de una velada enogastronómica. Está claro que cada perfil de cliente encuentra su sitio en este establecimiento.
Su amplia carta de platillos y tapas hace que sea prácticamente imposible que un cliente no encuentre algo que vaya a disfrutar sin duda. La sorpresa añadida, como ya os comentaba, está cuando productos de toda la vida llegan a tu mesa con una presentación distinta, con unas texturas diferentes, pero con el sabor de toda la vida muy presente. Ingenio y creatividad culinaria al servicio de los diferentes gustos de sus clientes.
Articulo de José Luis Del Campo Villares e Carles Grau Pla
Fotografía de Sara Larsson / Bar del Pla