Se acercan las fechas navideñas lo que supone uno de los momentos más intensos del año para los vinos espumosos. Champagne francés, Prosecco italiano o Cava español, suelen estar entre los elegidos en la mayoría de las mesas en comidas y cenas. El ‘brindis’ llama a las burbujas.
Pero al hablar de los vinos espumosos en España, no debemos limitarnos solamente al Cava, aunque sea el vino espumoso más demandado en nuestro país y más reconocido más allá de nuestras fronteras.
En prácticamente todas las zonas de España se elaboran vinos espumosos, algo que no deja de ser estupendo ya que nos encontramos auténticas joyas de vinos elaborados con uvas que nunca pensaríamos que permitirían elaborar estos vinos y que estamos acostumbrados a catar en vinos de los denominados tranquilos.
Empezaré por el Cava ya que es el vino espumoso que más se elabora además de que están en plenos cambios que se deben aprobar antes de fin de año.
El Cava
La cuna del Cava se ubica tradicionalmente en Sant Sadurní d’Anoia, Cataluña. El mayor
número de bodegas que elaboran este tipo de vino espumoso son catalanas, pero es un
error decir que el Cava es exclusivamente catalán.
La propia web del Institut del Cava (institutdelcava.com) menciona a bodegas fuera de Cataluña que elaboran vinos espumosos que admiten ser denominados como Cavas. De esta forma hablar de Cavas españoles, permite incluir en su paraguas a vinos espumosos elaborados en las provincia de Alava (Laguardia, Moreda de Alava y Oyón), en la provincia de Badajoz (Almendralejo), en La Rioja (en 18 localidades), como por ejemplo el Cava Conde de Haro Rosé de Bodegas Muga, en Navarra (en Mendavia y Viana), en Valencia (en Requena), como por ejemplo el Cava Tantum Ergo Rosé de Bodegas Hispano+Suizas y en Aragón (Ainzón y Cariñena), además de los que se elaboran en localidades de las cuatro provincias catalanas.
La nueva normativa que se va a aprobar, dividirá a la DO Cava en cuatro zonas geográficas para que se puedan acoger los productores para diferenciar a las bodegas de Cataluña, Requena (Valencia), Almendralejo (Extremadura) y Valle del Ebro (Aragón y La Rioja). Paralelamente se cerrarán cinco subzonas en Cataluña: Penedès, Conca de Barberà, Alella, Tarragona y Costers de Segre.
Lo que si deben de cumplir todos estos vinos es que deben de ser elaborados de la forma tradicional regulada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cava, con una doble fermentación (la segunda en la propia botella). Los nuevos cambios que se van a aprobar prevéen la creación de dos sellos para distinguir los cavas premium de aquellos que sean más jóvenes y que el consumidor tenga una información más detallada de su calidad. Además, endurece la crianza mínima para que un cava pueda ser considerado reserva fijando el plazo en 18 meses frente a los 15 actuales.
Cada zona tiene unos diferentes tipos de uvas que emplean en la elaboración de sus Cavas, dando lugar a un amplio abanico todos con su espectacular paladar y peculiaridades. Los vinos que admiten la denominación de Cavas, ya sean blancos o rosados, deben de llevar alguna de estas uvas:
Macabeo (o Viura) que nos deja vinos equilibrados en nariz y en boca, aportan menos azúcar que otras uvas aportan pero a cambio le dan al cava frescor, viveza y presencia de fruta.
Xarel-lo, autóctona de Cataluña, que es rica en azúcares dando cavas más alcohólicos, con mucho cuerpo y gran acidez lo que la hace ideal en cavas de larga crianza, con lo que aparece con mucha frecuencia en el coupage con otras uvas.
Parellada, también uva autóctona muy extendida porque se adapta a prácticamente cualquier suelo y condiciones climatológicas.
Chardonnay, uva que aporta gran potencia de aromas así como contenido alcohólico, ideal también para cavas de crianza.
Subirat Parent o Malvasía Riojana, para cavas con estructura, que quieran aportar complejidad en nariz y que busquen crianza.
Garnacha Tinta que su potencia aromática y cromática le da cuerpo e intensidad de color al cava.
Pinot Noir que aporta color y aromas al vino además de facilitar la presencia de las burbujas en la copa de una forma espectacular.
Monastrell, un color rubí muy intenso con gran equilibrio en la presencia de azúcares y acidez, muy aromática, ideal para coupages.
Trepat varietal autóctona ideal para cavas rosados dándoles elegancia y sutileza en la cata.
Hay auténticas maravillas de Cavas combinación de estas uvas dejándonos sensaciones
muy variadas en su cata.
Vinos espumosos
Os hablaré en este apartado del resto de vinos espumosos que se elaboran en España y que no admiten en su denominación el que aparezca la palabra Cava.
En mi humilde opinión, dentro de estos vinos hay auténticas maravillas ya que hay algunos elaborados con uvas realmente sorprendentes que nuca pensarías que podrían dar estos vinos.
Si queremos vinos espumosos que destaquen por su frescura, viveza, gran potencia
aromática y, sobre todo, por un carácter más atlántico, sin duda debéis conocer los vinos espumosos gallegos. La Albariño y la Godello son las uvas blancas que se emplean principalmente en su elaboración. ¿Os imagináis un vino albariño tradicional con su frescura, acidez, mineralidad en forma de vino espumoso? Ya hay más de 20 bodegas en Galicia que elaboran vinos espumosos de gran calidad y de reconocimiento internacional, sobre todo en aquellos países donde gustan de los vinos blancos tranquilos gallegos. Rías Baixas o Valdeorras son ejemplos de zonas con vinos espumosos. Un ejemplo es el vino espumoso Mar de Frades Brut Nature que elabora la Bodega Mar de Frades en Rías Baixas, elaborado como monovarietal Albariño.
Si queremos vinos espumosos que mantengan un buen nivel de acidez, buena presencia de fruta, toques florales y herbáceos, nos podemos acercar a la Denominación de Origen Rueda, donde los vinos espumosos elaborados con la uva Verdejo están consiguiendo espectaculares resultados y reconocimiento.
Vinos espumosos de menos cuerpo, menos potencia aromática pero que suelen ser más frescos, los encontramos en La Mancha, donde las uvas Airén y Macabeo son las preferidas dentro de las bodegas que elaboran vinos espumosos. Eso sí, al ser uvas menos dadas a la crianza, suelen ser vinos jóvenes, sin crianza, para consumir e el propio año de elaboración.
¿Preferís vinos espumosos tintos o rosados? ¿Os animarías a catar un vino espumoso elaborado con Tinta de Toro? Pues podéis probar el vino Flor del Saúco Espumoso Tinto elaborado en la Denominación de Origen Toro. Si buscáis espumosos con varietales tintas más frescas, El Bierzo os ofrece vinos espumosos elaborados con Mencía y con Godello para los blancos, siendo ambas uvas reconocidas por su frescura, carga frutal y acidez. Un ejemplo es el Godelia Cuvée Brut Reserva, elaborado con Godello y Doña Blanca dos varietales blancas que se producen en esta zona leonesa elaborado por Bodegas Godelia.
En la zona de Navarra, también se elaboran espumosos fuera de las dos localidades admitidas hasta ahora por la DO Cava y, aunque se elaboran con uvas autorizadas, el no ser de esos dos municipios hace que no pueden denominarse Cavas pero si vinos espumosos. Lo mismo ocurre en la zona de valencia fuera de la zona de Requena.
Como algo testimonial no quiero dejaros sin comentar que nos podemos encontrar con algún vino espumoso en Andalucía (zona de Huelva), en Canarias e, incluso, en la zona de Madrid.
Vinos espumosos orgánicos
Además de las peculiaridades de la elaboración de los cavas y del resto de espumosos, desde hace unos años están teniendo mucho éxito los vinos elaborados siguiendo viticultura orgánica y ecológica. Cada día hay una oferta mayor de estos vinos y están consiguiendo un reconocimiento internacional como el Vilarnau NV Brut Reserva Organic, elaborado por Cavas Vilarnau, medalla de oro en el reciente The Champagne & Sparkling Wines World Championships 2019.
Todos estos vinos, ya sean denominados como Cavas o como Vinos Espumosos, tienen que clasificarse en función del nivel de azúcar que tengan tras su elaboración. De esta forma nos encontraremos vinos Brut Nature (hasta 3 g/l y sin adición de azúcar), Extra Brut (hasta 6 g/l), Brut (hasta 12 g/l), Extra Seco (entre 12 y 17 g/l), Seco (entre 17 y 32 g/l), Semi Seco (entre 32 y 50 g/l9 y Dulce (más de 50 g/l).
Autor José Luis Del Campo Villares