Artículo de José Luis Del Campo Villares
Fotografías de sobrelias.com
Aunque el verano llega a su fin y con ello el período vacacional por excelencia, cada día es mayor el número de personas que están tomando la decisión de “coger sus vacaciones” en el mes de septiembre. Por ese motivo la figura del enoturismo es una opción muy demandada en el final del verano y al inicio del otoño ya que, en muchos casos, coinciden con la época de la vendimia, uno de los momentos que gusta mucho a los enoturistas.
Por ese motivo hoy queremos dejaros las recomendaciones de 4 destinos de enoturismo, zonas vitivinícolas realmente excitantes, que podréis visitar para el otoño que seguro que no os van a dejar indiferentes.
Nos hemos decantado por 4 zonas del “Viejo Mundo”, no solo por su gran calidad de sus vinos, sino porque ofrecen mucho más al enoturista. Patrimonio cultural, riqueza natural, oferta gastronómica,… un conjunto de actividades que, unidas al componente del mundo del vino, se nos antojan como unos destinos vacacionales de enoturismo ideales para estas épocas del año.
Sicilia, vinos volcánicos
Una de las visitas propuestas tenía que ser necesariamente en Italia. Y nos hemos decantado por Sicilia, una de las zonas vitivinícolas que más auge está teniendo en el país vecino en los últimos años, sobre todo debido al “furor” de los vinos volcánicos entre los amantes del vino.
Cierto es que hay zonas en Italia con más fama por su gran oferta enoturística, pero sin duda Sicilia es una zona a descubrir que encantará a todo el visitante.
Belleza natural personalizada en el Etna, que nos deja unos viñedos volcánicos que nos ofrecen unos vinos de gran mineralidad y de una tipicidad inconfundible. Playas enormes de arena también volcánica bañadas por el Mediterráneo, donde la climatología que nos acompaña en esta época puede considerarse casi estival.
Rutas guiadas en bodegas, catas especializadas, paseos en sus famosos “burros” que permiten acceder a zonas de viñedos donde humanamente se convierte en una tarea muy compleja, que permiten comprender la dificultad que, en muchas ocasiones, tienen los agricultores para cosechar sus vides.
Y, como no, acompañado todo lo anterior por una oferta gastronómica inmejorable, con la presencia de productos del mar, no en vano estamos en pleno Mar Mediterráneo, acompañados por productos de una agricultura de temporada y de proximidad, que ofrecen platos idílicos e ideales para maridar con la gran oferta de vinos que nos ofrecen las tierras sicilianas.
Tokaj-Hegyalja, pasión por los Tokaji
La segunda zona que os ofrecemos como oportunidad de enoturismo para este otoño está un Hungría.
Se trata de a zona de Tokaj-Hegvalja, la región vitivinícola cuna de los afamados vinos Tokaji, los vinos de “podredumbre noble”, los internacionalmente conocidos como “el vino de los reyes”.
Lógicamente hablamos de la cuna de este tipo de vinos, pero lo que es cierto es que la oferta de todo tipo de vinos que se elaboran en esta zona lo convierte en una verdadera aventura para descubrir más vinos de enorme calidad y no centrarnos exclusivamente en los Tokaji, aunque sean los más afamados de Tokaj-Hegvalja.
Unos parajes naturales de excepcional belleza, con grandes superficies de viñedos, en entornos montañosos de gran belleza. Además, el enoturista podrá disfrutar de grandes visitas a bodegas, a viñedos, catas personalizadas, acompañadas de una excelente climatología en esta época, ya que hablamos de que este pasado mes de julio, en esta zona vitivinícola de Hungría se han alcanzado las mayores temperaturas de la historia en dicho mes, algo que ha provocado que se adelante la vendimia cadi un mes. Esto permitirá al enoturista a poder visitar la zona en plena vendimia y no como en otros años cuando esta se producía más entrado ya el otoño.
Museos, tanto del vino como ganéricos, rutas de senderismo, visitas a castillos mediaevales, junto todo a una gastronomía muy “centroeuropea”, hacen que la experiencia del enoturista sea realmente inolvidable.
Cahors, el “vino negro”
La tercera opción de enoturismo para este otoño que nos parece ideal es la de una visita a la zona francesa de Cahors.
Estamos ante una zona vitivinícola espectacular pero que está eclipsada en muchas ocasiones por las grandes zonas a visitar en el país galo, como Burdeos, Borgoña, Champaña o Alsacia por ejemplo.
Pero quien va a visitar la zona de Cahors, no solo va a disfrutar del mundo del vino. Es un viaje inmersivo en el tiempo a la Europa Medieval, ya que toda la zona está compuesta de pequeños pueblos, “villages”, medievales, con sus calles estrechas empedradas, con puentes que atraviesan los ríos, castillos medievales, igelias de diversos estilos arquitectónicos, que hablan al visitante de como ha sido la historia de esta zona francesa a lo largo de los últimos siglos.
Y, en cuestión de los vinos, Cahors posee una enorme calidad de los que muchos denominan como “vinos negros”. Esto se debe a que los viñedos se ubican en terrenos volcánicos que le confieren a las uvas una tonalidad muy oscura que se transfiere posteriormente a sus vinos, que suelen ser de una capa alta y una gran intensidad cromática. Una gastronomía mediterránea inconfundible e el país vecino es otro de los rasgos fundamentales de la zona.
A aquellos que os animéis a visitar esta zona francesa en este próximo otoño, os animamos a que investiguéis y que descubráis que hay vinos espumosos y dulces más allá de las zonas afamadas en este perfil de vino que hay en Francia como Champaña o Sancerre.
Württemberg, un pasó por el alemán río Neckar
Hablar de la zona vitivinícola alemana de Wüttemberg es hablar de un paseo por el río Necjar, ya que la mayoría de los viñedos de esta zona se ubican en sus orillas.
Sin duda, uno de los atractivos enoturísticos de esta zona alemana si os animáis a acudir a visitarla está en el hecho de que es una zona con predominio de los vinos tintos, algo que es muy destacado en un país donde mayoritariamente se producen vinos blancos.
Esto hace que sus vinos sean consumidos más localmente que a nivel internacional, lo que nos permite deciros qué seguro que lleváis grandes descubrimientos sobre vinos que, difícilmente podrías catar si no es porque estáis realizando una visita por esta zona. Muy pocos de estos vinos llegan a exportación, motivo por el cual suelen tener precios más elevados que otros muchos vinos alemanes, lo que los convierte en muy exclusivos en mercados internacionales, pero no tanto en la propia zona.
Sin duda es un acicate y motivación para los amantes del vino. Pero no es el único.
Y es que en buena lógica, al ser una ruta de viñedos y bodegas vinculada al recorrido de un río, es fácil que podamos realizar un paseo en barco por los tramos navegables del mismo, una experiencia sin duda excitante y que es muy típica dentro de las rutas de enoturismo de centro Europa.
Una gastronomía con mucha presencia de carne, acompañada de platos tradicionales y unos dulces muy típicos, es una oferta que, sin duda, no se puede perder el enoturista que decide visitar esta zona.
Pequeños pueblos medievales con sus castillos, monasterios y ermitas que ofrecen un panorama cultural realmente excepcional.
Sin duda hay muchas zonas vitivinícolas que merecen ser visitadas en el otoño que se nos aproxima y que se quedan lejos del “radar” de las grandes zonas de más fama mundial. Pero, estamos más que convencidos, que son experiencias para el amante del enoturismo que les van a encantar y que recomendamos que se realicen al menos una vez en la vida. ¡¡Y que mejor que realizarlas ya mismo, en este próximo otoño que se acerca!!