Los postres son uno de los puntos más importantes en las próximas mesas navideñas. Son el colofón a la comida o la cena y abren el momento de la sobremesa con lo cual son muchos los que les dan una gran importancia en el momento de planificar los menús.
Todos los países tienen sus postres típicos navideños, con lo que hoy queremos acercaros algunos de ellos y daros alguna propuesta de maridaje con vinos para que los podáis acompañar y haceros una experiencia enogastronómica inolvidable.
Y al hablar de postres navideños, debemos incluir los dulces típicos de estas fechas, que en ocasiones son los protagonistas ya en sí mismos, mientras que en otras son acompañados por otros productos, como helados, mermeladas, chocolates, …
Nosotros hoy os sugerimos posibles maridajes con diferentes vinos partiendo de estos típicos dulces navideños repartidos por todo el mundo.
Postres y dulces navideños maridados con vinos
El Trifle británico es un postre típico de Navidad muy versátil, muy colorido y lleva varias capas. Partiendo una base bizcocho muy esponjoso lleno de crema custard, frutas, frambuesas, moras o gelatina. A veces se aromatiza con un poco de vino. Es un postre fresco, que se le puede dar un toque de acidez. Por ese motivo, nuestra sugerencia de maridaje es un vino elaborado con PX, o sea, Pedro Ximénez, ya que su dulzor natural y textura en el paso por boca es una explosión de sabores y contraste con una postre como este.
Otro postre típico de la Navidad nos llega del país vecino, de Francia. Se trata del Tronco de Navidad o Bûche de Noël. En forma de tronco, nos encontramos con un esponjoso bizcocho con crema de mantequilla de chocolate y un bizcocho genovés. Hay quien lo prepara con mazapán e incluso con helado, lo cual le da múltiples opciones de maridaje. Ante este postre, con mucho chocolate, se nos ocurre un maridaje con vino espumoso del estilo ‘Nature’, sin azúcares añadidos. Las burbujas limpian el paladar en cada sorbo y aportan la acidez de las uvas y azúcares naturales, nada añadidos. Un contraste muy interesante sin duda.
¿Quién no conoce el Panettone? Ese dulce navideño italiano que empieza a aparecer nada más que se oyen los primeros villancicos. Un dulce que se ha extendido por todas las mesas del mundo, es de los dulces navideños más internacionalizados. Este bollo brioche compite con polvorones, mazapanes y turrones. Hay quién lo acompaña con una buena taza de chocolate o le echa diferentes tipos de mermeladas pero ¿y con que vino? El que tenga relleno y de que tipo, o el que se acompañe con otros productos/sabores, condiciona mucho. Si queremos maridar el típico Panettone, el más sencillo, nos decantamos en esta ocación por un Prosecco Rosado italiano. Combinación perfecta.
Muchos igual no lo conocéis por su nombre original, Makowiec (típico de Polonia), pero en cuanto lo veáis en foto, sabéis en seguida de que dulce os estamos hablando. Seguro que a muchos se os viene a la cabeza el brazo de gitano. Es un bollo enrollado que ofrece toda una explosión de sabores en su interior ya que admite multitud de rellenos. Los más clásicos llevan una crema de semillas de amapolas, pasas, naranja, nueces, almendra, azúcar y zumo de limón entre otros ingredientes. Os imagináis la carga cítrica que llevan sensaciones ácidas y dulces, con predominio de las primeras, con lo cual nos apetece un maridaje con algún vino que aporte un porcentaje de dulzor interesante. Nosotros nos decantamos en esta ocasión o por un Palo Cortado, un vino generoso, seco, que ha tenido crianza biológica y posterior crianza oxidativa (siendo mayor esta segunda en tiempo) o bien por un PX de añada, como es este PX de 1965 de Toro Albalá. Además son vinos que nunca saben igual, lo que se nos antoja una sorpresa en el paladar en cada trozo de este dulce y el sorbo de esto vinos.
Otro de los muy extendidos dulces/postres navideños repartidos por medio mundo, mucho por el centro de Europa, es el Christstollen, originario de Alemania. El Christstollen es un pan servido como postre en Navidad que tiene formas que recuerdan a un niño recién nacido envuelto en sus pañales (ese es el consejo que dan los cocineros cuando se elabora). Por esta razón se cubre de polvo de azúcar. Hay múltiples variantes de este postre, admitiendo frutos secos, mazapán, fruta como melocotones por ejemplo. Un postre que ofrece también una gran versatilidad de vinos para su maridaje. Por su procedencia y textura en boca, creemos que lo ideal sería un vino blanco con cierto residuo dulce que choque con la acidez de las uvas, con lo que algún Riesling alemán también, nos parece una ideal combinación.
El Pandoro es otro de los típicos dulces navideños que se ha extendido por medio mundo, como su paisano el Panettone. Un dulce italiano, de origen en la ciudad de Verona. La forma del Pandoro es muy característica y diferenciadora de cualquiera de los otros dulces de esta época. Troncocónica, con relieves en forma de estrella, normalmente de ocho puntas. La masa, de tipo brioche, posee un color amarillento en su interior, debido al predominio del huevo y la vainilla entre sus ingredientes. También contiene harina, azúcar, mantequilla, manteca de cacao y levadura. A diferencia del Panettone, no se rellena, con lo cual es de textura seca en el paladar y no demasiado dulce frente a otros postres. Ponemos para maridar una Manzanilla Pasada en Rama, que nos parece perfecta.
Más dulces y postres navideños españoles
Aquí puede que el producto estrella de nuestras mesas navideñas sea el Turrón, además de los navideños Mazapanes y Polvorones. A estos dos debemos añadirle un dulce que está en todas las casas españolas para acabar las Navidades. No es otro que el más que famoso ‘Roscón de Reyes’.
La enorme variedad de elaboraciones, ingredientes, tipos de texturas que admiten los turrones hoy en día, convierte a su maridaje con vinos en una ‘obra de ingeniería’.
Si vamos a los turrones tradicionales, un espumo Brut, Brut Nature, Seco e Semiseco, son sin duda opciones que nunca fallan, aunque hay que reconocer que dependiendo del turrón hay probablemente opciones mejores de maridaje. Aquí solo os podemos recomendar que probéis diferentes alternativas.
Mazapanes, ¿quién no conoce su textura cuando los mete en la boca? Admiten tanto el acompañamiento de un vino dulce como uno que tenga importante acidez. O contrastan ‘el bocado’ o lo potencian, cualquier opción es posible y todas ellas interesantes. Os recomendamos algún vino elaborado con la variedad Moscatel o Moscatel de Alejandría, vinos que pueden llevar un dulzor natural pero que chocan con la acidez de las uvas con las que se elaboran.
Polvorones. Quién haya metido un polvorón en la boca, ya sabe bien a lo que se enfrenta. Por lo tanto, huir de vinos densos, de alto contenido en azúcar, glicéricos, porque como se mezclen con el polvorón en la boca, el peligro de que se haga una masa única intragable es realmente factible.
Por último llegamos al ‘rey’ de nuestros dulces navideños, el ‘Roscón de Reyes’. El azúcar que se le echa por encima condiciona el maridaje, lo mismo que el tipo de relleno que lleve, de nata, de crema pastelera, de chocolate, mermeladas de sabores, …
El maridaje de un roscón es ‘una aventura’ ya que admite prácticamente de todo y siempre se le puede sacar aportes espectaculares. Si nos admitís una recomendación, mejor un vino espumoso, ya que el carbónico de sus burbujas os ayudará a limpiar el paladar después de cada trago y quedar limpio para otro trozo de roscón.
Autor José Luis Del Campo Villares
Fotografia: Las Bodegas Varidadas