Articulo: Margaux Cintrano, Periodista y Fundadora
Fotos: The Parador Hotel Network – parador.es
El Mayor atractivo de este parador, a 14 kilometros de Bielsa, es su privilegiada da ubicación en la vertiente este del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el llamado Paraíso de los Pirineos.
Con una arquitectura funcional de finales de los sesenta, se inauguró en 1967, trata de mantener el estilo de la zona al utilizar los materiales constructivos propios de su entorno natural, piedra, madera y pizarra, y por demás adecuados para el condicionamiento del edificio a las extremas temperaturas del lugar.
Todo ello le confiere un aspecto un tanto sobrio, así en sus exteriores como en lo referente a la disposición y mobiliario interior, pero que agradará a los huéspedes que pretendan ifentificarse anímicamente con el paisaje del valle y relajarse con el recogimiento que produce la tosquedad de las típicas viviendas de montaña, los suelos de tarima, el salón con chimenea.
La rudeza climatológica exterior se convierteen otro encanto añadido a la estancia además de permitir disfrutar aún más del recogimiento interior.
El visitante encontrará un perfecto complemento en los buenos manjares serranos que se elaboran sus fogones.
Las habitaciones en cuya decoración la madera juega un papel dominante, permiten disfrutar de unas excelentes vistas del Parque Nacional.
Un armazón de vallles y sierras, imbricados por convulsiones teleúricas desdes tiempos inmemoriales, da asciento a estas comarcas altoaragonesas.
Cuatro ríos, Ara, Aso, Cinca y Vellos reptan desde sus escarpaduras hacia las llanadas del Ebro. Tierras queprácticamente no conocieron la dominación musulmana, en tanto que integranates de la marca hispánica del Emperador Carlomagno.
El condado de Sobrarbe – Ribagorza gozó de independencia política hasta finales del Siglo X, cuando fue anexionado al reino Aragonés.
Gastronomia
La cocina tradicional Altoaragonesa, por lo que respecta a la zona pirenaica, está íntimamente ligada a los escasos recursos agrícolas y depende básicamente de la ganadería y la caza. El guiso de cordero a la pastora con patatas y pimientos. El espárrago del Pirineo, asado de rablo de cordero, los cabritos asados de fuerte sabor y la carne del rebeco
que modernas tendencias culinarias elaboran al coñac son manjares muy apreciados en estos pagos. Y en el capítulo de pescados, la trucha salvaje aslamonada tan abundante en los ríos pirenaicos.
El Restaurante Del Parador De Monte Perdido.
Con decoración al uso, madera y grandes ventanales y un atento servicio de mesas, prepara excelentes guisos y asados en el marco de la tradición culinaria local.
Postres incluida: Teresitas de Aragón, Tartas de Moras y Flor de Nieve.
Excursiones
En el Parador se brindará al interesado información sobre las rutas prcipales interiores del Parque.
