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Viaje a la bodega con 2 millones de botellas de vino

Viaje a la bodega con 2 millones de botellas de vino

Artículo de José Luis Del Campo Villares
Fotografías de sobrelias.com

Si cualquier amante del vino busca una experiencia de enoturismo única, la que os acercamos hoy puede definirse sin duda como “la más única” en el mundo. Un viaje por la historia del vino, en un lugar donde nos podremos encontrar con el mayor número de botellas del mundo, todas ellas en un mismo punto. Hablamos de la visita a la bodega Milestii Mici ubicada en Moldavia y en la que podremos encontrar casi 2 millones de botellas de vino.

Y es que hablamos de una bodega que ya en 2007 obtuvo el Récord Guiness a la bodega con mayor número de botellas guardadas que llegaban al 1,5 millones de unidades.

Increible viaje

Si os indicamos que esta bodega transcurre a lo largo de 200 kilómetros subterráneos que pueden ser recorridos por los visitantes, es algo que cuesta difícil de visualizar pero que, sin ninguna duda, es algo realmente especial y único.

Hablamos de que alrededor de 20.000 enoturistas al año, bien en coche, bien en tren eléctrico o incluso en bicicleta recorren esta bodega, unos caminos que fueron creados mediante la excavación de bloques de piedra caliza para construir la ciudad de Chisinau, la capital de Moldavia, y luego se convirtieron en una bodega en 1969, año en el que comenzó a almacenarse vino.

Y cuando hablamos de botellas, no podemos olvidar que también hay vinos en barricas de roble, estando datado el más antiguo del año 1986.

Un viaje en el cual podremos encontrar cualquier tipo de vino, tranquilos, espumosos, dulces, … de gama alta o de vinos de mesa,… Normal que con el tamaño que tiene nos encontremos con cualquier estilo de vino y cualquier tipo de varietal.

La Colección Dorada

La Colección Dorada, como la denomina la bodega, es una joya subterránea que alberga los vinos a 80 metros de profundidad. Aquí nos podemos encontrar con vino “Pinot”, “Traminer”, “Muscat”, “Riesling”, “Feteasca”, “Dnestrovscoie”, “Milestscoie”, “Codru”, “Trandafirul Moldovei”, “Auriu”, “Cahor-Ciumai” y muchas más varietales, todos ellos se elaboran según las antiguas tradiciones moldavas.

Es el momento álgido que quiere realizar cualquiera de los enoturistas durante su visita. Como indica la propia bodega: “Los afortunados visitantes que acceden a ella tienen la oportunidad de pasear por las oscuras avenidas y calles con hileras y nichos donde se colocan cuidadosamente grandes barriles y preciosas botellas. Las etiquetas con mapas, cubiertas de telarañas y selladas con cera, dan la sensación de estar trasladándose a otro mundo extraño y hermoso, a otro siglo antiguo”.

La bodega y las instalaciones

Estamos ante una bodega con una arquitectura original, al estilo de los antiguos castillos feudales. La entrada grandiosa a las galerías, la cascada de agua cristalina que vierte sus aguas vivas, son algo que no deja indiferente al enoturista.

El itinerario de la excursión se puede realizar en coche. Probablemente es más agradable dar un paseo por las pequeñas calles sombreadas por las farolas. Calles con nombres como Cabernet, Aligote o Feteasca. La sensación al enoturista es la de pasear por una auténtica ciudad vinícola subterránea.
La longitud total de las galerías es de 200 km, de los cuales unos 55 km (superficie de 182 mil m2) se utili- zan para fines tecnológicos. El ancho de la capa hasta la superficie varía de 30 a 85 m. En los años 70 y 80, la empresa montó grandes barriles de roble, importado de Rusia y Ucrania. Su capacidad varía de 600 a 2000 decalitros de vino.

La temperatura en las galerías subterráneas es de entre 12 y 14 ° C y la humedad entre 85-95%.

La cascada excavada en la piedra y los grandes troncos de roble reflejan una atmósfera de magia y cuento de hadas. El fresco de una botella con una copa de champán y el aroma divino del vino te dejan sin palabras.

Pero, a pesar de que lo que ya os hemos comentado es realmente único y espectacular, el sentir en todo momento que el mundo del vino nos rodea, es una sensación que es considerada como irrepetible por todos los enoturistas que han visitado esta bodega. No creemos que haya un solo amante del mundo del vino que desaproveche el poder disfrutar de esta experiencia enoturística.

Enoturismo

La bodega Milestii Mici permite a los enoturistas degustar vinos de su “Colección Dorada”. Y en este sentido nos encontramos con lujosas salas de degustación. En verano deleitan a los visitantes con su frescor y en invierno con el calor de la chimenea.

Para visitar esta joya de galerías subterráneas de Milestii Mici, hay que llamar y reservar la visita. Se elige fecha y hora, además del idioma de la misma. Los enoturistas deben tener un automóvil con un asiento adicional para el guía.

Tras la visita, los enoturistas tienen la oportunidad de seleccionar y degustar diferentes vinos de Milestii Mici, así como visitar la tienda museo.

Mucho vino por descubrir

Y no solo es que la visita a esta bodega suponga el poder disfrutar de vinos de que sean comparados por los que se elaboran con las mismas uvas en otros puntos del mundo, sino que además permite descubrir una inmensidad de vinos que son elaborados con uvas autóctonas de esta zona del este de Europa que, de forma complicada, podríamos disfrutar de todos ellos en otro punto del planeta.

Por lo tanto, podemos definir la visita a esta bodega de Moldavia no solo como una experiencia de enoturismo única e irrepetible, sino que además es un descubrimiento de un perfil de vinos realmente diferentes, que abren la mente al amante del vino y le permiten abrir los ojos y percibir que hay una gran vida y universo de vinos más allá de los que son elaborados con las uvas de referencia a nivel mundial.

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